miércoles, 29 de enero de 2014

Puntos gatillo como origen de dolor musculoesquelético. ¿Los conoces?

dolor de espalda

En Vitónica hemos tratado en alguna que otra ocasión el tema de los puntos gatillo pero, como es un tema tan extenso, quiero aportar también mi granito de arena para dar más cobertura a este tema tan importante, tanto en el día a día como en el mundo del deporte y el ejercicio físico, y es hablar de los puntos gatillo como origen del dolor musculoesquelético.


Como digo, el tema se ha tratado, y hemos expuesto qué son los puntos gatillo y algunos consejos para su tratamiento en esta entrada de Sergio Peinado, que incluye una animación genial explicando de forma muy visual qué son los puntos gatillo y cómo podemos aliviarlos.


Definición de punto gatillo


Una de las definiciones más utilizadas es la que considera al punto gatillo (trigger point en inglés) como una “zona hiperirritable localizada en una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido, que generalmente responde con un dolor referido” (Definición de Simons y cols. 1999).


Los puntos gatillo son muy dolorosos, sobre todo cuando se presionan. Pueden dar dolor referido (es decir, dolor que aparece en una zona alejada a donde estás presionando el punto gatillo), hipersensibilidad (dolor ante estímulos de baja intensidad), disfunción motora (falta de fuerza, aparición de fatiga prematura y fenómenos como hipersudoración en la zona afectada y alteración de la sensibilidad en la región afectada.


Janet G. Travell y David G. Simons son dos de los más importantes investigadores en el tema de los puntos gatillo, y editaron un libro enorme que contiene gran catidad de información sobre el tema, así como el “mapa” de los puntos gatillo de todos los músculos, pues una particularidad de los puntos gatillo es que se producen en unas zonas del músculo más o menos delimitadas, de tal manera que podemos buscarlos y localizarlos siguiendo esta información.


¿Punto gatillo o contractura?


Ahí está el tema. Muchas veces es más bien una cuestión de terminología, pues la “contractura muscular” la utilizamos para designar el dolor, molestia, rigidez, acúmulo de tensión, sobrecarga… en una zona concreta de la musculatura. A veces hablamos de “cuerdas” o “nudos” pues el imaginario colectivo utiliza este tipo de analogías para denominar este tipo de problemas.


La contractura, como digo, es una entidad que genera molestias a nivel muscular, pero en muchas ocasiones el problema está en que no es realmente “solo” una contractura, sino un problema del punto gatillo, que no cede a tratamientos habituales en las molestias musculares como masaje, estiramientos, calor… Pueden aliviar momentáneamente, pero el problema persiste. El punto gatillo necesita un tratamiento específico, ya sea conservador o invasivo.


Los puntos gatillo pueden ser activos o latentes. La diferencia entre ambos es que el dolor que el paciente reconoce como propio es el provocado por el activo, mientras que el latente genera sintomatología, pero no dolor de forma habitual; eso sí, presionar un punto gatillo latente generará dolor (local, referido…) y el resto de síntomas propios.


Tratamiento de los puntos gatillo


Puede ser conservador o invasivo. En cuanto a las pautas conservadoras, en la Fisioterapia existan técnicas manuales que se aplican tras explorar y realizar un diagnóstico fisioterápico, en el cual se determinará si el problema es debido a puntos gatillo. En ese caso puede tratar mediante presión específica del punto gatillo, habiendo colocado el músculo en posición de estiramiento. Se mantiene la presión hasta que aparezca dolor; poco a poco irá desapareciendo, momento en el que se aumentará la presión. Se aplica esta presión y después se realiza movimiento activo amplio de la región tratada. Perdonad si la explicación no es muy clara y hay imprecisiones, pero la verdad es que la técnica es específica y no es fácil resumirla.


Existe incluso la posibilidad del autotratamiento, utilizando pelotas de goma, rodillos y otros sistemas para presionar la zona donde se encuentra el punto gatillo a la vez que realizamos movimiento activo. Para que esto sea eficaz es necesario 1) que el diagnóstico sea el correcto (realmente sea un problema de punto gatillo, y no otra cosa) y 2) que apliquemos el autotratamiento con buena técnica, presionando el punto afecto y realizando movilizaciones para que exista un efecto mecánico sobre la zona que alivie la sintomatología. Ante la duda, mejor consultar a un profesional.


También existe la posibilidad de realizar el tratamiento invasivo, que consiste en la punción seca de los puntos gatillo. Para resumir, diré que consiste, como su nombre indica, en “pinchar” el punto afecto utilizando una aguja muy similar a las de acupuntura, solo que se busca un efecto mecánico (nada de energías, ni chi) en el punto afecto. Hay numerosos estudios que avalan la eficacia del tratamiento invasivo (también del conservador) de los puntos gatillo. Lógicamente, esta técnica debe ser aplicada por un fisioterapeuta entreando. Si os parece interesante, puedo hablar con más detenimiento de esta técnica en otra entrada.


¿Conoces los puntos gatillo? ¿Has sufrido sus efectos?


1. Dommerholt, J. y Fernández De las Peñas, C. Punción seca de los puntos gatillo. Una estrategia clínica basada en la evidencia. (Editorial Elsevier: 2013)


Imagen | Emily Higginson


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La noticia Puntos gatillo como origen de dolor musculoesquelético. ¿Los conoces? fue publicada originalmente en Vitónica por Miguel López.





















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