Muchos afirman: “proteínas son proteínas, no importa su proveniencia, todas funcionarán igualmente”. Esto es totalmente falso!. Las proteínas son cadenas de aminoácidos. Las proporciones y cantidades de estos aminoácidos presentes en una proteína varían según la proveniencia de la misma. No es lo mismo 10gr de proteínas de huevo, que 10gr de proteínas de arroz por ejemplo.
El perfil de aminoácidos que contenga una proteína es un factor totalmente determinante de su calidad. Existen aminoácidos esenciales y no esenciales. Los esenciales son aminoácidos que debemos proveerle a nuestro organismo a través de los alimentos, pues no se pueden fabricar a partir de otros aminoácidos. Los no esenciales sí pueden ser fabricados por nuestro organismo a partir de otros aminoácidos. Debemos proveerle a nuestro cuerpo proteínas con alto contenido de aminoácidos esenciales, fuentes de ellas son: huevo, leche, carnes, pollo y pescado.
Nuestro organismo al recibir proteínas lo que hace es romper los enlaces entre estos aminoácidos y absorberlos independientemente. Luego, crea sus propias proteínas de uso humano, con un perfil de aminoácidos específico, para reparación de tejidos musculares, etc.
Velocidad de Absorción:
Otro factor importante a considerar a la hora de elegir qué proteínas consumir, es su velocidad de absorción. Existen proteínas que pueden ser asimiladas más rápido que otras. Esto nos permite adecuar nuestro consumo de cada fuente de proteínas a cada momento del día al cual mejor convenga.
Al despertar y al terminar de entrenar, nuestro organismo se encuentra con alta demanda de proteínas, pues lleva bastantes horas sin recibirlas y/o se encuentra bastante desgastado y necesita reparar los tejidos afectados, es por ello que para estos dos momentos del día la proteína ideal a consumir es de rápida absorción. Las mejores opciones de proteínas de rápida absorción son: 1) proteína de suero de leche, 2) pollo.
Durante el día, mantenemos una demanda de proteínas relativamente constante que podemos fácilmente manejar mediante la ingesta de proteínas de velocidad de absorción intermedia. Buenas opciones son: carne, pescado, pollo, lácteos y huevos.
Cuando nos vamos a dormir, o si vamos a estar en general muchas horas sin darle a nuestro cuerpo proteínas, es sentido común pensar que debemos proveer a nuestro organismo con proteínas de lenta absorción, de esta manera cubrimos nuestra demanda por un mayor tiempo. Las mejores opciones son: caseína de leche, quesos blancos y huevos.
fuente: estandoenforma.net
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