miércoles, 12 de enero de 2022

¿De verdad los seres humanos no estamos diseñados para hacer ejercicio o correr? Esto es lo que dice la ciencia

¿De verdad los seres humanos no estamos diseñados para hacer ejercicio o correr? Esto es lo que dice la ciencia

Uno de los principales pilares de la salud en una sociedad occidental es el ejercicio físico, sobre todo, lo que es el entrenamiento de fuerza. Sabemos que cuando nos vamos haciendo mayores y no hemos hecho ejercicio, pueden ir apareciendo ciertos trastornos tisulares como pueden ser la sarcopenia y la osteoporosis.

Conocemos a ciencia cierta que padecer de estos trastornos, disminuye la esperanza de vida por sus efectos sobre la salud.

Sarcopenia

La sarcopenia es la pérdida de masa y función del músculo esquelético asociada con la edad. Tiene consecuencias sociales considerables para el desarrollo de la fragilidad, la discapacidad y la planificación de la atención médica. Las causas de la sarcopenia son multifactoriales y pueden incluir desuso, función endocrina alterada, enfermedades crónicas, inflamación, resistencia a la insulina y deficiencias nutricionales.

Una reducción en la masa corporal magra y un aumento en la masa grasa es uno de los cambios más sorprendentes y consistentes asociados con el avance de la edad. El músculo esquelético y la masa ósea son los componentes principales (si no exclusivos) de la masa corporal magra que disminuyen con la edad. Estos cambios en la composición corporal parecen ocurrir a lo largo de la vida y tienen importantes consecuencias funcionales y metabólicas.

La sarcopenia se correlaciona con el deterioro funcional y la discapacidad; además, se ha asociado con un aumento de la mortalidad, aunque se ha demostrado que la debilidad es un predictor de mortalidad más potente en las personas mayores que la masa muscular. También se ha encontrado que la sarcopenia predice la infección nosocomial durante la hospitalización.

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Osteoporosis

El envejecimiento se asocia con la pérdida ósea gradual, lo que genera huesos frágiles y un mayor riesgo de fracturas, sobre todo en mujeres. Aun así, aunque se reconoce que la osteoporosis es una condición médica importante y seguirá siendo importante a medida que aumente la longevidad en todo el mundo, existen herramientas muy deficientes para controlarla.

Al haber un mayor riesgo de fracturas, también hay un aumento de la mortalidad, ya que el estar encamados, provoca una retroalimentación positiva de sarcopenia y osteoporosis.

Por todo esto, nos hacemos la siguiente gran pregunta:

¿Estamos diseñados realmente para hacer ejercicio o correr?

Esta pregunta es realmente compleja, a pesar de ello, Daniel E. Lieberman, en su libro "Ejercicio", no estamos diseñados para hacer ejercicio o correr.

Tenemos que remontarnos al contexto y al entorno en el que se encontraba el ser humano hace muchos años y en cada momento. No se puede decir que el ejercicio, como lo entendemos a día de hoy, se algo evolutivo, ya que realmente es una cosa que nos hemos inventado.

A día de hoy, hemos generado un entorno en el que hay una falta de movimiento, que incita mucho al sedentarismo. Hay que pensar que los recursos que necesitamos para comer, lo tenemos al alcance de nuestra mano, no hace falta que nos movilicemos, aunque antes sí. Nos pensamos que antes se movían muchísimo para poder recolectar y cazar, pero parece ser que quizás no lo hacían tanto. Se tenían que mover únicamente cuando la necesidad imperaba, es decir, "tengo que comer, tengo que moverme, pero también tengo que ahorrar energía para poder sobrevivir". Al final los que prevalecían, eran los que se reproducían, los que ahorraban esa energía con el fin de procrear.

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También dependía de los roles que cada uno cogía en cada etapa y en cada lugar, contexto, etc. No es lo mismo tener que moverse para ir a buscar comida y cazar que más adelante cuando llegó la revolución agrícola, que había menos movimiento y, además más repetitivos, que es la antesala a la automatización.

¿Y estamos diseñados para correr? Parece ser que nos hemos adaptado a que tenemos que correr. Si hay necesidad de correr, al final, hemos ido adquiriendo esas mecánicas. Por ejemplo, la tribu lo de los tarahumara, corrían largas distancias, y empezaron a correr por diversión, por lo que el correr, ¿de dónde nace?, ¿nace de un contexto más competitivo?, ¿nace de una necesidad?. Puede que antes fuese necesidad, pero no actualmente.

El matiz sería que el ser humano no está diseñado para hacer ejercicio tal y como lo entendemos ahora. Antes no hacían ejercicio como lo hacían ahora, como correr, movilizar cargas, etc. Antes estábamos preparados para unas ciertas demandas; un ejemplo de ello es que antes no movían piedras con el objetivo de ganar masa muscular, sino para construir casas o defenderse. Si nos vamos a un contexto más contemporáneo, como la antigua Grecia, sí que se entrenaba de una forma más similar a la de ahora.

La conclusión final sería que no estamos diseñados a hacer ejercicio tal y como lo conocemos a día de hoy. Lo que ocurre, es que nos hemos adaptado al contexto de hoy en día.

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Imágenes | iStock

Estudios | Banu, J. (2013). Causes, consequences, and treatment of osteoporosis in men. Drug design, development and therapy, 7, 849.

International Working Group on Sarcopenia. (2011). Sarcopenia: an undiagnosed condition in older adults. Current consensus definition: prevalence, etiology, and consequences. Journal of the American Medical Directors Association, 12(4), 249.

Daniel E. Lieberman. Ejercicio.

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La noticia ¿De verdad los seres humanos no estamos diseñados para hacer ejercicio o correr? Esto es lo que dice la ciencia fue publicada originalmente en Vitónica por Guille Andreu .



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