No se el número de estudios científicos que se publican en diversos medios especializados alrededor del mundo, pero tienen que ser bastantes. Los habrá de mayor y menor rigor, calidad, rigidez en su método, importancia de su hallazgo… Pero siempre hay algunos que son más mediáticos, que tratan temas de interés general, o controvertidos, o simplemente, que se les puede sacar más jugo. Por eso seamos cautos con los titulares que anuncian los hallazgos de los estudios científicos.
Un error común suele ser la generalización: de un estudio de una muestra concreta en una situación determinada, se sacan conclusiones que se extrapolan para todos los casos o toda la población. Es un fallo frecuente al interpretar los resultados de un estudio, probablemente para hacerlo más llamativo. En otra ocasión, lo que falla es que el titular o las conclusiones poco o nada tienen que ver con los resultados del estudio original.
Esto es lo que me pasó buscando información para el texto que publiqué recientemente en Vitónica sobre que el ejercicio no contrarresta la mala alimentación en adolescentes. Tanto en el titular como en el texto traté de ser prudente, y reflejar lo que afirman los autores del estudio: que el ejercicio físico no sirve para impedir el acúmulo de grasa abdominal en una muestra de adolescentes con una alimentación con exceso de grasas. Es un estudio concreto, para una muestra concreta, y con unos resultados concretos.
Pues bien, buscando información sobre el artículo, encontré la noticia en diversos medios. Encontré titulares del tipo: “El gimnasio no sirve para bajar de peso”, “En adolescentes el ejercicio no reduce la grasa abdominal”, “el ejercicio no quema los michelines” y muchos similares, que dan una información contradictoria con lo que el estudio afirma. Lo curioso es que la mayoría de los artículos luego dan la información correctamente, pero el titular resulta confuso. Eso sí, el subtítulo suele ayudar a clarificar. Tal vez el titular busque ser llamativo, directo, o simplemente se haya resumido demasiado, resultando confuso.
Lo más destacable es algunos casos en los que incluso el artículo y la interpretación dan lugar a conclusiones contrarias o que nada tienen que ver con lo que el estudio original afirmaba. Algunos artículos (pocos) decían alegremente que “el gimnasio no sirve para bajar de peso”. Desde luego, poco o nada que ver con la realidad, ni con las conclusiones del estudio.
En Vitónica también reflejamos los resultados de muchos estudios científicos relacionados con la salud. Eso sí, tratamos de reflejar las conclusiones que se desprendan de los datos, enlazar al estudio original y recdorar, siempre, que los estudios tienen una validez limitada, y que hay que ser cautos con las generalizaciones.
Imagen | Nich Mc Phee
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La noticia Precaución con los titulares sacados de estudios científicos fue publicada originalmente en Vitónica por Miguel López.
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