En este cambiante mundo de las tendencias de alimentación saludable, parecen estar de moda los llamados food swaps, es decir, intercambios de ingredientes en recetas tradicionales. La idea es conseguir versiones más saludables (o para dietas específicas) introduciendo componentes nutritivos en sustitución de otros, teóricamente, insanos.
Lo difícil está en conseguir que la receta original no se vea demasiado alterada, cosa que no siempre se consigue. Es obvio que si eliminamos casi todo el azúcar o la grasade una receta, el resultado jamás será el mismo, pero sí es posible obtener versiones más que aceptables. Este brownie de calabaza demuestra que los postres de chocolate se prestan muy bien a ello.
Un brownie no es más que un bizcocho denso y húmedo en el que destaca la intensidad del chocolate. Teniendo esto en cuenta, es muy sencillo prescindir de harinas refinadas con gluten, limitando así los hidratos, y buscar esa jugosidad a través de otros ingredientes que no sea la pura mantequilla o el aceite.
El puré de calabaza es un ingrediente recurrente en repostería, como demuestra el gran recetario de postres que protagoniza (y no precisamente sanos). Lo ideal es prepararlo con antelación, asando uno o varios ejemplares grandes para extraer la pulpa, triturarla y dejarla escurriendo toda la noche; así se elimina el agua y el brownie quedará mucho mejor. Aquí se describe con detalle el proceso.
Hay que procurar elegir un chocolate con alto porcentaje en cacao y de buena calidad, mínimo 75%, mejor si es superior al 85%. Podríamos usarlo sin azúcar -que lleva edulcorantes- o casi puro, con un 90-99%, solo apto para sibaritas del chocolate. Un porcentaje menor aportará más dulzor al brownie. La calabaza también es ligeramente dulce, pero si no estamos a costumbrados a los dulces sin azúcar, recomiendo añadir un poco de edulcorante líquido resistente al horno (en cualquier supermercado).
Precalentar el horno a 175ºC y forrar con papel vegetal un molde cuadrado de unos 20 cm de lado (si es más pequeño, los brownies saldrán más gruesos, y viceversa). Trocear el chocolate y derretir al baño maría; dejar enfriar.
Batir con batidora de varillas los huevos con la calabaza, el aceite y la vainilla. Añadir el chocolate derretido, el cacao tamizado y el edulcorante, si se usa. Batir ligeramente, echar la avellana molida y la sal, y batir a velocidad baja hasta integrar.
Verter en el molde y hoenar durante unos 18-20 minutos. Comprobar el punto a partir de 15 minutos, pinchando con un palillo en el centro; debería salir ligeramente manchado. Esperar fuera del horno un poco antes de extraer con el papel con cuidado y dejar enfriar sobre una rejilla. Cortar en cuadrados.
Con qué acompañar el brownie de calabaza
Intenso, jugoso y aromático, el brownie de calabaza saludable se puede tomar recién hecho, pero está más rico reposado y se cortará más fácilmente, mejor si lo hemos dejado enfriar en la nevera. Por su gran humedad y falta de azúcar conviene mantenerlo refrigerado y consumirlo en pocos días. Un vaso de bebida vegetal que sea naturalmente dulce (como la almendra o la avena) será un buen acompañamiento, o cualquier leche al gusto. Fresas, plátano, frambuesas o naranja también combinan muy bien con el chocolate.
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La noticia Brownie fitness de calabaza: receta baja en hidratos del clásico postre con un 'swap' saludable fue publicada originalmente en Vitónica por Liliana Fuchs .
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