Aunque llevemos toda la vida haciéndolo, parece que nunca dejamos de aprender a comer. Tenemos la suerte de vivir en un mundo donde la información está al alcance de la mano. Con tanta disponibilidad, es fácil perderse entre consejos, afirmaciones sin fundamento y errores que se perpetúan. Por eso hemos decidido consultar con algunos de los mejores expertos en nutrición y dietética, quienes han contestado a una pregunta: ¿qué evitarían echar en la cesta de la compra si quisieran bajar de peso? Esto es lo que nos han contestado.
"¿Qué productos no meterías nunca en tu cesta de la compra si quisieras bajar de peso?"
En nuestra búsqueda nos hemos topado con todo tipo de respuestas, más prácticas y más reflexivas, pero todas en una misma línea: no podemos simplificar la respuesta. Aún así, hemos querido poner en un aprieto a estos especialistas, quienes han mantenido la figura a pesar de la dificultad de la cuestión.
Mario Sánchez, Tecnólogo de los Alimentos y divulgador en nutrición, tecnología de alimentos y seguridad alimentaria, por ejemplo, evitaría los productos ultraprocesados. "Estos son aquellos con ingredientes de mala calidad como harinas y aceites refinados o azúcares añadidos. También prestaría especial atención a los alimentos que parecen saludables pero en realidad no lo son: todos aquellos catalogados como 'bajos en grasa', 'sin azúcares añadidos' o 'sin conservantes', ya que detrás de estos etiquetados se esconden otros ingredientes y materias primas que tampoco suelen ser las más recomendables".
Marta Serra, Técnico Superior en Dietética y Maestra de Educación Infantil, lleva su conocimiento sobre los alimentos a la docencia y la divulgación. "Galletas, cereales de desayuno, barritas… Estos productos básicamente son una mezcla de harinas refinadas, azúcares y grasas, incluso en la mayoría de versiones ‘zero’ o ‘light’". Explica Marta, quien cree que hay muchísimo por decir en este asunto. "En general, estos productos son poco saciantes y poco interesantes a nivel nutricional". Explica. "La harina aporta cantidades poco destacables de fibra, vitaminas y minerales. Lo mismo pasa con el azúcar, además de estar directamente relacionado con la obesidad, el sobrepeso y sus enfermedades asociadas. Por último, los aceites usados en la industria alimentaria suelen ser de mala calidad, vinculados también con diversas enfermedades inflamatorias y cardiovasculares".
Luis Jiménez, Licenciado en Química, autor de 'Lo que dice la ciencia para adelgazar' y un pionero en esto de la divulgación científica sobre nutrición, nos hace una advertencia muy necesaria: "creo que no es positivo buscar respuestas únicas a las posibles soluciones a un problema tan complejo como el de la obesidad". Para Luis, responder a esta pregunta es como tratar de simplificar temas tan complejos como el racismo, el abandono escolar, las tensiones políticas... Aún así, nos contesta en el mismos sentido que Marta: "Las galletas y los cereales de desayuno infantiles porque son alimentos ultraprocesados insanos y que solemos comer en gran cantidad".
Beatriz Robles, Tecnóloga de los alimentos, Dietista-Nutricionista y Experta en Patologías Nutricionales, coincide con Mario a la hora de descartar por completo los productos ultraprocesados. "No solo por su efecto sobradamente conocido sobre el incremento de peso, sino por las repercusiones metabólicas que pueden suponer a medio y largo plazo". Los ultraprocesados tienen una gran palatabilidad, sus envases son sofisticados y atractivos y están sujetos a una estrategia de marketing agresiva para niños y adolescentes, llevan declaraciones nutricionales, son muy rentables…, nos explica Beatriz. "Para distinguir los ultraprocesados no hace falta que contemos ingredientes; si el producto es una versión sofisticada y cool de un producto simplón, probablemente sea un ultraprocesado", afirma la experta. "Esto no quiere decir que la industria alimentaria sea el eje del mal", aclara. Beatriz nos contó el por qué hace unos días.
Juan Revenga, Dietista-Nutricionista y Biólogo, además de ser parte del Comité Técnico Asesor de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas, nos explica que: "como norma general, salvo contadísimas excepciones, no se debería meter ningún producto comestible que saliera anunciado en televisión o cualquiera que no siendo de esa marca concreta fueran de su misma línea". Con esta afirmación, Juan está haciendo referencia a los mencionados alimentos ultraprocesados. Como el resto de entrevistados, solo apunta a lo que dicen los estudios: la comida ultraprocesada, al contrario que la "comida real", está ligada a todo tipo de enfermedades.
Nuestra compañera, Gabriela Gottau, Licenciada en Nutrición y especialista en obesidad, nos explica que para perder peso recomendaría reducir al máximo la ingesta de ciertos alimentos: "azúcar de mesa, bebidas azucaradas, chucherías, alcohol, carnes procesadas y comida ultraprocesada lista para consumir". Pero Gabriela nos hace una importante aclaración: "Y no utilizaría, la palabra 'nunca', ya que en el marco de un comportamiento alimentario saludable no debe haber alimentos prohibidos sino minimizados". De esta manera evitamos propiciar un comportamiento restrictivo o disociado, más propio de las dietas milagrosas que de una alimentación saludable.
Buenos consejos para alguien que está buscando perder peso
No contentos con esta lista de productos, hemos querido profundizar un poco más. Así, estas expertas y expertos de la nutrición nos han aconsejado en cuanto a hábitos saludables. ¿Que les dirían a alguien que necesita perder peso? Aquí van algunas gotas de sabiduría.
Para Juan Revenga lo importante no es adelgazar ahora para olvidarnos después. La alimentación es un cambio de hábitos de vida. Así que su consejo es el siguiente: "No hagas nada por perder peso que no te veas a ti mismo haciéndolo dentro de seis meses, tres años, 15... o mejor dicho toda la vida. Con esta frase llegamos a la reflexión que debería dominar cualquier voluntad de adelgazar o mejorar la salud: los cambios de hábitos son definitivos, no temporales. No sirve de nada hacer dieta durante unos meses para luego volver a abusar de un estilo de vida dirigido hacia la obesidad.
Gabriela Gottau nos explica que para perder peso hay que cambiar el comportamiento. "Los comportamientos que ayudan, y por eso recomiendo, son: realizar ejercicio físico de forma regular, sentarse siempre a la mesa para comer y no comer con distracciones o de pie. También lo son el realizar registro diario de alimentos, beber suficiente agua cada día e incrementar el consumo de frutas y verduras". De nuevo, estos hábitos sirven para cambiar nuestra vida al completo, por supuesto.
Según Mario Sánchez, la pérdida de peso no debería ser una razón para frustrarnos: "En primer lugar, no hace falta obsesionarse ni buscar resultados a corto plazo, inmediatos. El enfoque debe ser siempre a largo plazo y no centrarse en lo estético, sino en la salud". Explica. "Sería ideal acudir a un profesional cualificado, como es la figura del Dietista-Nutricionista o el Técnico Superior en Dietética. Si no es posible podemos buscar información, que es el arma más poderosa que tenemos a nuestro alcance. Lo mejor es formar un criterio propio, contrastar mucho e investigar".
Marta Serra insiste en el peligro de los alimentos industriales: "Sin caer en la quimiofobia, yo evitaría lo máximo posible los alimentos ultraprocesados. Como la bollería, embutidos, platos preparados... dando preferencia a las materias primas: fruta, verdura, legumbres, frutos secos, huevos, carnes, pescados... En definitiva comida real o “realfood”. Las verduras y hortalizas congeladas o envasadas son un buen recurso que nos puede facilitar la adquisición de nuevos hábitos. Probar diversas formas de cocción y preparación también es clave para la adherencia a la dieta saludable, no limitarse al vapor o al hervido".
Luís Jimenez nos contesta muy escuetamente pero con precisión: "Basa tu dieta sobre todo en alimentos frescos, especialmente vegetales, y minimiza los procesados". De nuevo vemos que los alimentos industriales juegan un papel fundamental según la opinión de los expertos nutricionistas. Efectivamente, como ya hemos dicho, estas sustancias están relacionadas con la obesidad y enfermedades varias.
Para Beatriz Robles es difícil hacer una recomendación general que sirva para todo el mundo: "habría que conocer cuál es su estilo de vida y sus hábitos alimentarios actuales, cuál es su estado ponderal y si realmente es necesaria una pérdida de peso". Este apartado es importante, porque diferencia en esencia una cuestión meramente estética de una de salud. "También habría que saber quién se encarga de comprar y elaborar la comida en el hogar… y, a partir de ahí, establecer unos objetivos realistas e ir diseñando una estrategia que se adapte a sus necesidades". Explica. "Lo fundamental es que la persona que busca bajar de peso sepa que no se trata de 'ponerse a dieta' sino de introducir cambios en su vida, incluyendo la dieta, que puedan mantenerse para siempre. No se trata de sufrir por renunciar a determinados alimentos, hay que aprender a hacer las mejores elecciones alimentarias de forma consciente".
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La noticia Seis de los mejores expertos en nutrición nos cuentan lo que nunca meterían en tu cesta de la compra si quieres bajar de peso fue publicada originalmente en Vitónica por Santiago Campillo .
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