miércoles, 22 de febrero de 2017

¿Funciona realmente el entrenamiento propioceptivo?

¿Funciona realmente el entrenamiento propioceptivo?

Hace unos días tenía un debate en un curso con uno de los entrenadores de PERFORMA Entrenadores Personales sobre la utilidad de lo que muchos llaman incorrectamente entrenamiento propioceptivo. Si nos centramos en el título, más correcto sería decir entrenamiento en equilibrio puesto que el sistema propioceptivo está igualmente activo en todo movimiento que realicemos. De hecho, tal y como veremos a continuación, tampoco está claro que dicho entrenamiento, al menos en individuos sanos, obtenga una mejora a este nivel.

El sistema propioceptivo es el conjunto de “sensores” llamados propioceptores presentes principalmente en músculos, articulaciones y tendones y que nos informan sobre la posición de cada parte del organismo, pero también la velocidad o aceleración con la que nos movemos así como el grado de tensión y estiramiento de los músculos. Por todo esto, pero también debido a que también se encuentra en el oído, está directamente relacionado con el equilibrio. Desde un punto de vista simplista, pero que ayuda a entender la necesidad de este sistema, al igual que los cinco sentidos que todos conocemos (gusto, olfato, vista, oído y tacto) y que nos ayudan a conocer qué ocurre a nuestro alrededor, el sistema propioceptivo se encarga de indicarnos que ocurre dentro de nosotros.

Debido a que está íntimamente relacionado con el equilibrio, se ha creído que realizando ejercicios con cierta dificultad para mantener la posición se mejoraría la respuesta de este sistema, permitiendo una respuesta más autónoma y rápida que podría venir bien en la mayoría de deportes. Hemos llegado a un punto donde muchas salas de entrenamiento parecen auténticos circos con malabaristas y trapecistas, sin realmente saber si esto sirve de algo más allá del espectáculo que se da y por el que no se suele cobrar entrada.

Cuando realizamos un determinado ejercicio donde se requiere equilibrio y coordinación, tras apenas un rato se mejora enormemente la destreza con la que se ejecuta dicho movimiento y se contrarrestan las fuerzas que amenazan nuestra estabilidad, mejorando de esta manera aparentemente el equilibrio. Todo esto hace pensar que puede haber una mejora en el sistema propioceptivo pero la realidad no es ésta, al menos conforme a las evidencias científicas actuales que lo relacionan con el efecto aprendizaje y no con la mejora del funcionamiento del sistema propioceptivo.

Un meta análisis publicado recientemente en Sports Medicine (Marzo, 2016) valoró los diferentes estudios donde se había analizado la mejora del equilibrio en INDIVIDUOS SANOS mediante ejercicios destinados a ellos y observó que cuando se alteraba mínimamente la naturaleza del ejercicio la transferencia desaparecía, es decir, toda la mejora que se había producido en el ejercicio trabajado dejaba de existir cuando este cambiaba. Si la mejora se hubiera dado en el sistema propioceptivo debería existir aunque fuera una mínima transferencia cuando la posición y fuerza perturbadora fuera similar. Pues bien, en dicho meta análisis se dice claramente: “The transfer of improvement in balance performance, or more accurately, the absence of transfer of improvement in balance performance, is independent of similarities in body position and balance perturbations”.

Especialmente interesante es un estudio que se menciona de Giboin (2015) donde trataron de cuantificar dicha transferencia cuando se modificaba algún elemento del ejercicio. Se observó que cuando se modificaba la base inestable y se mantenía la fuerza, o bien se alteraba la base inestable pero se modificaba la fuerza que amenaza nuestro equilibrio toda la mejora obtenida con la práctica de un determinado ejercicio con una determinada base inestable y fuerza perturbadora desaparecía.

CONCLUSIONES: Según el último meta análisis realizado con individuos sanos y publicado en una revista seria, parece indicar que las mejoras en el rendimiento obtenidas con un determinado ejercicio de equilibrio, de los llamados propioceptivos, son específicas de dicho ejercicio. Estas mejoras desaparecen cuando base inestable o fuerza externa que amenaza nuestro equilibrio se ven alteradas. Es por ello que, cuando decidimos entrenar sobre un BOSU, disco de freeman, balones suizos, indo board, así como cualquier otra superficie que desafíe nuestro equilibrio, muy posiblemente no estaremos obteniendo los resultados deseados.

La entrada ¿Funciona realmente el entrenamiento propioceptivo? aparece primero en El blog de fitness.



via El blog de fitness http://blogs.menshealth.es/fitness/funciona-realmente-el-entrenamiento-propioceptivo/

No hay comentarios:

Publicar un comentario