Las cremas vegetales pueden ser de mucha utilidad al momento de picar algo sano entre horas o para acompañar unos bastones de vegetales frescos en el aperitivo. Por eso, hoy dedicamos unas líneas a la crema de cacahuetes, de almendras y de anacardos. Te contamos su valor nutricional así como su elaboración y usos en la cocina.
Crema de cacahuetes
Es una de las más populares y que fácilmente conseguimos en el supermercado. Sin embargo, las opciones comerciales pueden añadir azúcares en apreciables cantidades y grasas de escasa calidad como puede ser aceite de palma. Por eso, lo más recomendable es elaborarla en casa.
Receta y usos de la crema de cacahuete
Para crear nuestra propia crema de cacahuetes sólo debemos colocar en la batidora 500 gramos de cacahuetes pelados y tostados (sin sal), 50 cc de aceite de oliva extra virgen y una pizca de sal.
Activamos la batidora o el motor de cocina hasta obtener una crema relativamente homogénea. Si deseamos podemos adicionar aceite de sésamo o una cucharada pequeña de cacao en polvo sin azúcar, para dar sabor diferente a la crema.
Podemos usarla en variedad de platos: desde un desayuno junto a plátano y una tostada, o bien, para sumar a helados, batidos o como base de un aliño.
Las propiedades nutricionales de la crema de cacahuete
La opción casera que fácilmente conseguimos elaborar en casa, resulta ser una gran fuente de proteínas vegetales y grasas insaturadas derivadas no sólo del cacahuete que es una legumbre oleosa, sino también del aceite de oliva extra virgen.
Por otro lado, es fuente de minerales como el potasio, magnesio y fósforo y ofrece niveles apreciables de vitamina E con efecto antioxidante en el organismo.
Asimismo, ofrece compuestos fenólicos como el resveratrol muy fácil de absorber y aprovechar por nuestro cuerpo, y este puede contribuir a la prevención de enfermedades metabólicas debido a su efecto antiinflamatorio, como señala un estudio de la revista JAMA.
Crema de almendras
Al igual que la crema de cacahuetes, la crema de almendras siempre es mejor elaborarla en casa para asegurarnos los nutrientes propios de las almendras sin azúcares añadidos y sin aditivos en exceso, como suelen presentarse en los procesados.
Receta y usos de la crema de almendras
Para elaborar crema de almendras sólo necesitamos las almendras crudas sin su cáscara externa. Las colocaremos en una placa para horno y las tostaremos por 20-25 minutos.
Una vez tostadas dejamos enfriar y colocamos en el vaso de nuestra batidora o motor de cocina. Activamos a máxima potencia y esperamos hasta que poco a poco las almendras comienzan a liberar sus aceites lo que permite que se forme una crema espesa tras unos cinco minutos o menos.
Si deseamos una crema más líquida podemos adicionar un par de cucharadas de agua o leche, o bien, aceite de oliva extra virgen. Y si queremos una crema de sabor dulce podemos acudir a una stevia líquida u otro edulcorante sin calorías.
Podemos usarla igual que la crema de cacahuete para untar simplemente o dar sabor y textura cremosa a platos. Incluso, va muy bien para rellenar pasteles o emplear en reemplazo de una mantequilla tradicional.
Las propiedades nutricionales de la crema de almendras
Como otros frutos secos, las almendras aportan energía que deriva sobre todo de proteínas vegetales y grasas insaturadas, nutrientes que se trasladan a la crema de almendras que podemos elaborar en casa.
Asimismo, las almendras son buena fuente de fibra y si bien hay frutos secos con más proteínas, este nutriente junto al primero brinda propiedades saciantes en este alimento y su crema también.
Por otro lado, aporta micronutrientes de calidad como potasio, magnesio, fósforo, vitaminas del grupo B, vitamina E con efecto antioxidante y calcio vegetal.
Y aunque la conversión de almendras en crema puede favorecer su digestibilidad y reducir ligeramente sus nutrientes, esta resulta una excelente alternativa a la mantequilla tradicional y se ha demostrado que resulta de utilidad para mejorar el perfil de lípidos en sangre, reduciendo el colesterol total e incrementando el colesterol bueno o HDL.
Crema de anacardos
La crema o mantequilla de anacardos es una opción que casi siempre es de origen casera, pues no es tan habitual encontrarla en el supermercado como las anteriores.
Receta y usos de la crema de anacardos
Para elaborar crema de anacardos sólo tenemos colocar los mismos en una batidora y activar por dos o tres minutos. Paramos y repetimos esta operación tantas veces como sea necesaria hasta obtener una crema homogénea.
Podemos adicionar una pizca de sal si queremos una crema salada o bien, edulcorantes a gusto si deseamos una opción dulce.
Esta crema de anacardos podemos emplearla igual que la mantequilla tradicional para diferentes preparaciones: para untar simplemente o para elaborar por ejemplo, pasteles y tartas.
Las propiedades nutricionales de la crema de anacardos
La crema de anacardos es como las anteriores, una excelente fuente de proteínas vegetales según ha sido estudiado, pero también aporta grasas insaturadas y fibra.
Es también fuente de potasio y magnesio para el organismo y puede aportar vitaminas del grupo B a nuestro organismo.
Al igual que las otras cremas analizadas, si la usamos en reemplazo de mantequilla puede mejorar grandemente la calidad de la dieta y así, beneficiar la salud.
Y por sus compuestos fenólicos y fitoesteroles, también puede reducir factores de riesgo cardiovascular tal como sucede con el consumo de todos los frutos secos y derivados.
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Imagen | iStock
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La noticia Crema de cacahuetes, de almendras y de anacardos: su valor nutricional, cómo prepararlas y cómo usarlas en la cocina fue publicada originalmente en Vitónica por Gabriela Gottau .
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