Todos hablamos de adicciones en nuestra vida cotidiana sin darle mucha importancia: nos declaramos adictos a una serie o a una bebida, o a una marca... En el lenguaje coloquial, todos sabemos a qué nos referimos.
Estrictamente hablando, una adicción es algo muy grave relacionado con la búsqueda de recompensas inmediatas.
Es además mucho más concreto y se define por tres factores: un patrón problemático de uso, una sustancia que causa un síndrome de abstinencia cuando se corta su consumo y el desarrollo de una tolerancia que obliga a aumentar la dosis de la sustancia para obtener el mismo efecto.
Aunque no sea una adicción, es un problema
Según esta definición estricta, por tanto, muchas cosas que consideramos adictivas realmente no lo son, como utilizar el móvil o navegar por internet.
Pero eso no quiere decir que no se puedan sufrir patrones de conducta patológicos asociados a otros objetos o comportamientos que nos supongan de alguna forma un enganche, algo que nos cuesta controlar y con lo que terminamos desarrollando una relación complicada de amor y odio a la vez.
Engancharse a la comida, un problema serio
Esto puede ocurrir con la comida, y resulta especialmente dramático porque a diferencia del alcohol o el tabaco, no podemos simplemente dejar la comida. Estar enganchado a la comida, igual que padecer cualquier otro trastorno alimenticio, puede suponer un grave problema de salud que requiera ayuda profesional para reconducirla.
Según un estudio reciente, algunos alimentos tienen un mayor poder adictivo que otros, y la palma se la llevan los alimentos altamente procesados.
No todas las comidas están igual de implicadas en los comportamientos alimentarios adictivos, y los altamente procesados, que comparten algunas características con las drogas (altas dosis, rápida absorción), son los que parecen particularmente asociados con la adicción a la comida.
Cuanto más procesado está un alimento, más probabilidades hay de que se asocie con un comportamiento adictivo. Esto probablemente tiene que ver con cómo nuestro cuerpo gestiona el consumo de energía: miles de años de historia con escasez de nutrientes, algo que solo ha cambiado en las últimas décadas, ha hecho que nuestro cuerpo favorezca el consumo de alimentos densos en energía de absorción rápida. Ahora, con alimentos de alta densidad energética por todas partes, esto ya no es una ventaja sino un problema.
Por eso, no es mala idea ir reduciendo los alimentos procesados de tu dieta. Aquí te contamos cómo ir consiguiéndolo poco a poco.
¿Cómo saber si estás enganchado a la comida?
Si la comida te domina a ti en vez de tú a la comida, quizá tengas un problema de este tipo. Si te genera ansiedad la idea de comerlo, o no comerlo, si no puedes parar aunque quieras... Son sensaciones que convierten lo que debería ser un placer en un momento angustioso.
En otra persona, los síntomas de un enganche malsano pueden ser la dependencia de ese alimento o bebida, irritabilidad cuando se ve privada de ello, negación cuando se señala un posible problema e incluso agresividad en casos extremos.
Si crees que puedes padecer un enganche a la comida o a algún alimento, prueba a hacer este test que elaboramos en Vitónica. En ningún caso debe sustituir al consejo profesional, pero puede servir para autoevaluarte y determinar si quizá te vendría bien un poco de ayuda.
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La noticia ¿Es posible hacerse adicto a la comida? ¿Enganchan más unos alimentos que otros? Esto es todo lo que necesitas saber fue publicada originalmente en Vitónica por Rocío Pérez .
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