¿Ya has terminado de asentar tus proposiciones para año nuevo? ¿No? Mejor, porque te proponemos unos sencillos gestos para que este año sea más saludable. Todos ellos tienen un único objetivo: que cambies tus hábitos.
En tus descansos, haz un poco de ejercicio
¿No tienes tiempo para dedicarle al ejercicio? ¿Seguro? ¿Qué te parece si en cada descanso le dedicas apenas ¡3 minutos! Si haces un descanso cada hora ya tendrás unos 21 minutos de ejercicio diario acumulado. No es demasiado, pero ya es algo. Y no hablamos de salir a correr. Si trabajamos en casa o en un espacio controlado, podemos hacer sentadillas, flexiones, trabajar diversas posturas de yoga, o lo que se nos ocurra.
Si estamos fuera, la cuestión es tan sencilla como subir y bajar las escaleras, por ejemplo. Repetimos, no es un sustitutivo de un ejercicio más intenso, pero tres minutos por cada descanso pueden suponer una diferencia... interesante, y seguro que nos ayudará a mantener otras rutinas saludables. Si en vez de pequeños descansos queremos hacer algo más intenso, ¡adelante! La cuestión es aprovechar los momentos disponibles.
Anda más en tu día a día
Seguimos esquivando el ejercicio, que no la actividad física. Esta siempre tiene que ir en incremento. ¿De qué manera? Por ejemplo, dejando de lado el coche. Si usamos más los medios de transporte nos obligamos a andar y contaminamos menos, dos actividades muy saludables. También podemos aprovechar nuestro tiempo libre para pasear. Una pequeña caminata, de 40 minutos o una hora, no servirá para incrementar los minutos activos en nuestro día a día.
También nos ayudará a mantener la mente despejada y a mover un poco el corazón, siguiendo las pautas dispuestas por la OMS. Esto nos lleva a otro aspecto de andar más: sube las escaleras. Deja de lado el ascensor, las escaleras mecánicas y otros medios, y aprovecha los desniveles para hacer algo de ejercicio suave. Lo notarás en pocas semanas.
¿Postre? Sí, claro: fruta
¿Que la fruta engorda? Has oído mal, aunque el dicho siga pululando: no existe ni una sola evidencia que demuestre que comer fruta haya derivado en obesidad o sobrepeso, independientemente de que la comamos después de comer, antes o en cualquier otro momento. Sin embargo, sí que existen numerosas evidencias de que la fruta ayuda a reducir el peso y mejorar los indicadores de salud.
Esto se debe, fundamentalmente, a que ayudan a aumentar la saciedad, contienen grandes cantidades de fibras y agua, así como nutrientes importantes y beneficiosos. Los azúcares de las frutas no tienen la misma biodisponibilidad que los azúcares libres por lo que no producen los mismos efectos (o de la misma manera) que el azúcar refinado. En definitiva, la fruta es una gran opción como postre, snack o como alimento principal.
Bebe más agua
Ya os hemos contado por qué hidratarse es importante en más de una ocasión, a pesar de que a veces se nos olvide. Una manera sencilla de mantenernos siempre en un buen nivel de hidratación es llevar una botella de agua con nosotros. En caso de duda en un bar siempre podemos elegir agua ¿por qué no?
Mantener un buen nivel de hidratación es importante y necesario en nuestro día a día, especialmente cuando hace calor o hace viento, así como cuando hacemos ejercicio físico, en el que podemos perder hasta dos litros por hora mediante el sudor.
El café y el yogur, sin azúcar
En realidad no importan tanto el café y el yogur, sino el azúcar. Sin embargo, estos dos alimentos sirven muy bien al un cometido: acostumbrar nuestro paladar. Si queremos ir dejando de lado el azúcar libre debemos pasar por un proceso en el nos acostumbremos a tomar menos esta sustancia, puesto que la alimentación actual nos ha moldeado tanto en gustos como en metabolismo.
Con estos pequeños gestos, reduciendo el azúcar en el café, que es una sustancia muy amarga, pero sabrosa y con cafeína, ayudaremos a nuestro paladar a ir eliminando poco a poco el gusto por lo dulce. Lo mismo ocurre con el yogur, que es muy cremoso. Si hacemos esto con otros alimentos iremos desterrando el azúcar de nuestra vida, poco a poco.
Duerme mejor, descansa mejor
El sueño es una de las cuestiones más importantes en nuestro día a día, y muchas veces lo olvidamos. Sin embargo, perder una sola hora de sueño puede provocar todo tipo de problemas: lentitud, toma de decisiones impulsivas y erróneas, depresión, malestar... con el tiempo puede desembocar en otras afecciones de corte metabólico.
Por todo ello, es importante velar por un buen descanso, lo que supone no tanto dormir muchas horas sino hacerlo bien. Una buena higiene del sueño, con una buena preparación antes de dormir, que excluya sustancias estimulantes o que aproveche el ejercicio puede ser la fórmula adecuada para conseguir un mejor descanso.
Compra solo lo que necesitas
El mejor truco para evitar comer lo que no debemos es... no comprarlo. Este, probablemente, sea el gesto más sencillo que podamos hacer: cuando vayamos al supermercado evitemos echar en la cesta de la compra lo que no necesitamos. Reduzcamos los caprichos o sustituyámoslos por otros más saludables.
Si no están en casa no podrán ser objeto de tentación. Casi con total seguridad, aquello a lo que renunciamos no es indispensable ni supondrá un problema en nuestra cocina o en nuestro día a día. Por supuesto, si tenemos unos buenos hábitos no importará que algo poco sano esté en nuestra despensa. Sin embargo, quien evita el peligro es dos veces precavido.
En Vitónica | 13 cambios sencillos en tu día a día para mejorar tu salud
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La noticia Siete cambios sencillos en tu día a día para mejorar tu salud en 2020 fue publicada originalmente en Vitónica por Santiago Campillo .
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