Con el comienzo del nuevo curso, es posible que nos cueste volver a retomar la rutina y adaptarnos al ritmo que nuestro día a día requiere. No es de extrañar que, en ocasiones, nos sintamos más estresados de lo que nos gustaría y que necesitemos técnicas para relajarnos.
El Yoga es uno de los deportes favoritos y más útiles a la hora de relajarnos, aunque no todas las posturas nos sirven para este propósito. Por ello, os traemos siete posturas que son ideales a la hora de relajarnos y empezar o terminar el día de la mejor forma posible.
Postura del zapatero (Baddha Konasana)
Se trata de una postura sencilla de realizar, aunque dominarla del todo requiere práctica y constancia. Comenzamos sentados en una colchoneta con la espalda bien erguida. En esta postura, flexionamos nuestras rodillas y unimos los pies delante de nosotros e intentando acercarlos a las ingles.
Si podemos, bajamos las rodillas hasta tocar el suelo o lo más abajo que podamos y mantenemos esta postura. No solo nos ayudará a abrir nuestras caderas y movilizar nuestras articulaciones, sino que es una gran postura para la relajación.
Postura del niño (Balasana)
La postura del niño es una de las más utilizadas y recomendadas para relajarnos. No es de extrañar, teniendo en cuenta que se trata de una postura que nos permite descansar y descargar nuestra espalda, además de relajarnos.
Para realizarla nos arrodillamos en la colchoneta, con las rodillas separadas a la anchura de nuestra cadera, y nos sentamos sobre nuestros talones con los pulgares de los pies juntos. Expirando, inclinamos nuestra espalda hasta que la frente llegue al suelo. Debemos asegurarnos de que nuestro cuerpo esté relajado. Podemos estirar los brazos hacía atrás a ambos lados del cuerpo, o bien hacía adelante si queremos estirar los hombros.
Postura del loto (Padmasana)
Si hay una postura conocida por excelencia en el Yoga esa es la postura del loto. Y también es una de las más útiles a la hora de relajarnos. El motivo es que se trata de una postura perfecta para realizar ejercicios de respiración que nos ayuden a alcanzar una mayor relajación.
Se comienza sentados, con las piernas cruzadas. Colocamos cada pie sobre el muslo contrario, procurando acercarlos a las ingles y manteniendo la planta del pie hacia arriba. Las manos las colocamos hacía arriba, relajadas sobre las rodillas y uniendo pulgar y dedo índice. Podemos mantener esta posición mientras hacemos ejercicios de relajación o meditación.
Postura de la montaña (Tadasana)
La postura de la montaña es una de las más sencillas y básicas del Yoga, de la que parten otras posturas, como la del bailarín. Tendremos que colocarnos de pie, manteniendo los pies un poco separados. Es importante que nos aseguremos de mantener la espalda recta y que miremos hacia el frente.
En esta postura levantamos los brazos hacía el cielo, de manera que nuestro cuerpo forme una línea recta y colocando las palmas una frente a otra. Pies, hombros y manos deben estar en la misma línea.
Postura del cadaver (Savasana)
La postura del cadáver es una de las más utilizadas para ayudarnos a mejorar nuestro sueño y su calidad. Es por ello que también supone una de las más útiles para relajarnos. Debemos tener en cuenta que en esta postura todos nuestro músculos están relajados.
Además, se trata de una gran postura para trabajar la respiración. Para realizarla nos tumbamos en el suelo boca arriba. Debemos procurar que el cuello y la cabeza estén bien alineados con la espalda y las caderas. Después tendremos que alejar los brazos ligeramente del cuerpo y separar un poco las piernas.
Postura del árbol (Vrkasasana)
La postura del árbol suele utilizarse para trabajar el equilibrio, pero también nos sirve para conseguir una mayor relajación. Para comenzar comenzamos de pie con los pies separados a la altura de la cadera y paralelos.
Fijamos la vista en un punto lejano, y pasamos todo el peso a nuestra pierna derecha para después levantar el pie izquierdo y apoyarlo en la cara interna del muslo derecho. La cadera se mantiene mirando hacia adelante y no empujamos la rodilla derecha. Con las palmas juntas levantamos las manos hacía el cielo.
Esta postura requiere de una gran concentración y de mantenernos muy centrados, es por ello que resulta ideal para relajarnos y dejar de pensar en el estrés del día.
Postura de la paloma (Eka Pada Rajakapotasana)
La postura de la paloma tiene la ventaja de que se trata de un estiramiento estático en el que no se da movimiento y que tenemos que mantener. Es por ello que es una gran postura para trabajar la respiración y la relajación. Eso sí, resulta una postura un poco más complicada de realizar.
Sentados en el suelo, colocamos las palmas delante de nosotros. Debemos llevar una de las rodillas flexionada hacía adelante, tocando con la rodilla en el suelo. La otra pierna la estiramos hacía detrás. Posteriormente tenemos que bajar nuestro cuerpo un poco hacía adelante. Al inhalar elevamos el cuerpo hacía arriba. Repetimos unas cinco veces antes de cambiar de pierna.
Imágenes | Unsplash, Wikimedia Commons, Flicker (@miguel)
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La noticia Siete posturas de Yoga ideales para la relajación fue publicada originalmente en Vitónica por Iria Reguera .
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