Durante el embarazo el aumento de peso es algo indiscutible, pues tanto los fluidos corporales como el útero, la placenta y por supuesto, nuestro bebé suman kilos al cuerpo materno. Sin embargo, una vez pasado el nacimiento todas queremos recuperar la figura y para ello, te contamos cómo tiene que ser tu dieta para perder peso después del parto.
Lo recomendable siempre es evitar una ganancia de peso excesiva durante la gestación, pues esto no sólo implica riesgos para el embarazo y el parto sino que dificulta el descenso de peso posterior.
Además, es aconsejable dar el pecho al bebé, pues la lactancia materna fomenta el adelgazamiento y les permite perder el doble de peso a las madres respecto a aquellas que no amamantan.
La dieta para adelgazar tras el parto
Lo primero que necesitamos es organizarnos y como tal, no será nada fácil en las nuevas circunstancias que vivimos tras la llegada del bebé. Por eso, resulta fundamental que tengamos paciencia, pues al cabo de una a dos semanas tras el parto, es normal ir perdiendo fluidos que por si solos nos permiten deshacernos de algunos kilos.
Pero además de esto, la dieta para perder peso tras el parto debe reunir las siguientes características:
Ser realista e individualizado
No podemos tras un parto que de por sí es un acontecimiento muy estresante para el organismo de la mamá, someternos a más estrés y a una tortura por el sólo hecho de querer adelgazar, por lo tanto, recomendamos una dieta realista, sostenible en el tiempo y siempre que sea posible, personalizada o adaptada a cada mamá.
Además, es clave alejarnos de dietas milagro que pueden poner en riesgo de carencias nutricionales nuestro cuerpo y ello podría afectar tanto la lactancia como la recuperación post- parto.
Si es posible, lo mejor es consultar con un profesional de la nutrición para que nos ayude en la creación de una dieta saludable que nos facilite el adelgazamiento tras el parto.
Poseer los nutrientes esenciales para el post- parto
Como hemos dicho, tras el parto debemos recuperarnos, el útero se debe achicar, muchas veces tenemos que enfrentarnos a heridas que deben sanar y nuevas estructuras deben formarse.
Además, debemos hacer frente al coste energético de la lactancia y garantizar mediante ésta la nutrición adecuada de nuestro bebé. Por ello, la dieta debe aportar los nutrientes esenciales para la etapa que transitamos.
Es decir, debe ser una dieta equilibrada que ofrezca energía suficiente para no condicionar el metabolismo ni la reparación de estructuras pero que resulte ligeramente hipocalórica.
Además, las calorías deben ser de calidad, es decir, derivar de proteínas, grasas insaturadas ante todo que pueden promover el adelgazamiento e hidratos complejos y fibra.
Entre las vitaminas y minerales no debe faltar hierro y calcio que resultan clave para la lactancia y la recuperación post parto. Además, debemos ingerir claro está, potasio, vitamina C, E, A y K, así como otros minerales que tienen funciones clave en el cuerpo humano.
Muchas veces para prevenir el déficit de hierro o calcio se brindan suplementos tras al parto, pero eso depende de cada caso particular y queda bajo responsabilidad del médico tratante.
Ser reducida en ultraprocesados
Para adelgazar reducir los nutrientes de mala calidad y los alimentos poco saciantes resulta fundamental, por eso, como en cualquier etapa de la vida recomendamos limitar al máximo los ultraprocesados que pueden ofrecer azúcares añadidos, grasas trans o harinas refinadas que en nada contribuyen al cuidado de la salud.
También estaremos reduciendo sustancias adictivas que nos estimulan a comer más y calorías, por lo que evitar los productos altamente industrializados es de gran ayuda para adelgazar tras el parto.
Por el contrario, siempre es recomendable escoger alimentos frescos, de temporada y sin etiqueta.
Presentar alimentos que favorecen la saciedad
Para calmar el hambre y así, reducir la cantidad que comemos casi sin darnos cuenta, es fundamental escoger alimentos saciantes.
Y en este sentido se aconseja incluir abundante cantidad de frutas y verduras cada día, alcanzando un mínimo de cinco raciones diarias, pues son alimentos de baja densidad calórica: aportan pocas calorías y mucho volumen ayudando así a reducir el apetito.
Por otro lado, pescados en general, carnes magras, legumbres, granos enteros, nueces, semillas y lácteos sin azúcar añadido son otras opciones saciantes que deben prevalecer en nuestra dieta habitual si queremos adelgazar tras el parto.
Incluir abundante cantidad de agua
Para facilitar el proceso de pérdida de peso y la recuperación post parto así como la lactancia, la dieta debe incluir abundante cantidad de agua.
Agua como tal, agua con gas o agua suavemente saborizada con frutas frescas, hierbas o especias. También son de utilidad algunas infusiones pero se desaconseja totalmente la ingesta de alcohol y bebidas azucaradas.
El alcohol puede pasar al bebé durante la lactancia pero además, al igual que las bebidas azucaradas (incluidas batidos, zumos de frutas, néctares o similares) aportan calorías derivadas principalmente de azúcar añadido que debemos reducir al momento de perder peso cuidando la salud.
Así debe ser la dieta para adelgazar tras el parto y resulta fundamental para facilitar el proceso acompañar la misma de un descanso adecuado (lo más posible, pues es una etapa difícil para el sueño), actividades desestresantes y también, la mayor actividad física que nos sea posible realizar.
Imagen | Pexels, Pixabay e iStock
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La noticia Perder peso después del parto: así tiene que ser tu dieta fue publicada originalmente en Vitónica por Gabriela Gottau .
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