Ya está aquí, hemos intentado alargar el verano, pero ya no podemos negarlo más: el frío ha llegado y viene para quedarse. Podemos pensar que hasta que no llegue el invierno estamos libres de enfermedades y gripes, sin embargo, durante el otoño empiezan a aparecer algunos trastornos típicos de esta época del año. Os contamos cuáles son para poder empezar a prevenirlas.
Alergias
Sí, habéis leído bien. Si creíais que las alergias quedaban atrás al abandonarnos la primavera y el verano estabais muy equivocados. Y es que en otoño las personas alérgicas a los ácaros pueden sufrir más que nunca. Y es que en esta época del año existe un repunte en las colonias de ácaros. A esto se le une que no ventilamos tanto como en verano debido al frío. Además, el moho y la humedad pueden empeorar esta situación.
A esto se le une que el polen de salsolas se suele producir en otoño, concretamente entre los meses de septiembre y octubre, y puede resultar muy agresivo para los alérgicos. Por ello, las personas alérgicas no debemos descuidarnos durante estos meses.
Primeros resfriados
Por las mañanas hace frío, al medio día el calor nos hace pensar que seguimos estando en verano, pero por la noche vuelve a refrescar. La cuestión es que acabamos vistiéndonos con capas y más capas y parecemos una cebolla. Tanto quitar y poner capas acaba provocando que cojamos los primeros resfriados del año.
Además, estos cambios de temperatura suelen provocar que ventilemos menos ya que a las horas de calor solemos estar fuera, y con el frío no abrimos tanto las ventanas. De esta manera los gérmenes de reproducen más fácilmente y ayuda a que nos contagiemos entre todos. Lo recomendable es que procuremos evitar los cambios bruscos de temperatura, aprovechar para ventilar cuando hace calor y mantener una dieta alta en fruta y vegetales.
También la gripe
En octubre empieza la campaña de vacunación de la gripe y no es por casualidad. En otoño empiezan a aparecer las primeras gripes y no podemos esperar hasta el invierno para comenzar a prevenir. Las causas de la aparición de la gripe en otoño son las mismas o similares que las de los resfriados: el aumento del frío, cambios de temperatura bruscos y espacios cerrados con mala ventilación.
Bronquitis y neumonías
Las enfermedades respiratorias también comienzan a hacer su aparición al llegar el otoño. Tanto la bronquitis como la neumonía pueden estar provocadas por una gripe o un resfriado muy intenso o que no se haya curado del modo adecuado.
Si tenemos una gripe debemos vigilar nuestra capacidad respiratoria, controlar las expectoraciones también es importante, ya que si vemos un color amarillento o verdoso puede deberse a que hay una infección. La tos intensa y persistente que dure entre 10 y 20 días también es indicativo de que algo no está funcionando correctamente. Si tenemos dudas lo mejor que podemos hacer es acudir a nuestro médico y que él o ella nos valore.
Asma
No es raro que las personas que padecen asma tengan más crisis durante el otoño. Las causas son similares a las de las alergias otoñales: aumenta la cantidad de ácaros, la humedad, el moho y los hongos que pueden irritar las vías respiratorias y afectar más a estas personas.
Es importante que mantengamos un control correcto de nuestra medicación y consultemos a nuestro médico en caso de que sea necesario ajustar la medicación en esta época. Además, hay que intentar hidratar nuestra garganta bebiendo suficiente agua y bebidas calientes.
Dolor de articulaciones
Los problemas reumáticos como los dolores en articulaciones pueden empezar a afectar de nuevo en el otoño. El aumento de la humedad y del frío, los cambios de temperatura y de la presión atmosférica pueden afectar más a las personas que tienen problemas y debilidad en huesos y articulaciones, especialmente personas mayores. Abrigarse adecuadamente y protegerse de la humedad y las lluvias es esencias para minimizar lo máximo posible dichos dolores.
Poca vitamina D
La vitamina D es la única vitamina de la que tiene escasez la población de nuestro país en general a pesar del número de horas de sol que tenemos durante el año. Esto, por supuesto, empeora con la llegada del otoño en el que las horas de luz se ven reducidas y, además, pasamos mucho más tiempo dentro de casa.
La falta de esta vitamina puede provocar problemas serios como dormir peor, artritis, problemas en el sistema inmune, etc. Para contrarrestrar la falta de absorción de vitamina D por medio del sol, es importante que aumentemos nuestro consumo de alimentos que la contengan como huevos, filetes de hígado o algunos pescados.
Imágenes | Unsplash, Pixabay
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La noticia Los siete trastornos de la salud más frecuentes en otoño fue publicada originalmente en Vitónica por Iria Reguera .
via Vitónica https://www.vitonica.com/enfermedades/siete-trastornos-salud-frecuentes-otono
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