Llevarse la comida al trabajo tiene muchas ventajas, pero hay alimentos que cuesta un poco incorporar a la rutina. Para no dejar de lado el pescado en nuestros menús diarios podemos preparar recetas muy sencillas como este bacalao en salsa de tomate, berenjena y albahaca, para la que recomiendo llevar un trozo de pan: querréis rebañar.
Si fuera a servir este plato al momento habría optado por cocinar a la plancha el pescado, sirviendo las verduras aparte como guarnición y sin triturar. Sin embargo, mi novio come fuera y no es muy amigo de la berenjena, pero al convertirla en una salsa espesa bien aderezada deja el tupper limpio. Otra ventaja es que el bacalao no se reseca y llega jugoso y con mucho sabor a la hora de la comida.
Si usamos bacalao congelado, descongelar la noche antes en la parte menos fría de la nevera, sobre una rejilla encima de una fuente. Secar muy bien con papel de cocina y aderezar con un poco de pimienta negra y zumo de limón. Reservar. Lavar y cortar la berenjena en cubos. Picar la cebolleta y el diente de ajo. Lavar y secar muy bien la albahaca fresca.
Puesto que la berenjena chupa bastante aceite, yo prefiero cocinarla parcialmente primero en el microondas. Colocar en un recipiente adecuado, salpimentar ligeramente, regar con limón y cocinar a máxima potencia durante 5 minutos, o hacer al vapor según el modelo de microondas.
Mientras tanto pochar la cebolleta con el diente de ajo en una cazuela con un poco de aceite y sal, a fuego suave. Cuando estén tiernos, agregar la berenjena con el orégano y dar unas vueltas para que se dore.
Verter el tomate y dar unos golpes de pimienta negra. Si usamos ejemplares enteros en conserva, reservar el agua para ajustar la cantidad de líquido de la salsa. Podríamos usar también tomates al natural, pelados, ajustando el tiempo de cocción.
Cocinar a fuego medio durante 10 minutos, echar el vinagre y el vino y dejar que evapore el alcohol. Dejar cocer unos 10 minutos más a fuego bajo y triturar hasta tener una salsa espesa, dejando tropezones si no nos molestan. Probar el punto de sal.
Corregir el nivel de líquido -espesará al enfriarse- y añadir unas hojas de albahaca picadas. Incorporar también el bacalao, dejando que se empape bien con la salsa. Podemos agregarlo cortado en tacos o las piezas enteras, preferiblemente limpios de piel y espinas. Tapar y cocinar unos pocos minutos hasta que el pescado esté en su punto. Servir con más albahaca fresca.
Con qué acompañar el bacalao en salsa
Si hemos dejado la salsa de tomate, berenjena y albahaca del bacalao más espesa, nos habrá quedado como una crema que ya por sí misma es saciante, aunque ligera. Pero para completar el tupper -o plato- le va muy bien una simple guarnición de arroz blanco, patatas nuevas cocidas, cuscús, trigo o espelta cocidos, quinoa... Probablemente nos habrá sobrado salsa, así que podemos guardarla para mezclar con pasta o para convertirla en una especie de paté untable, si la dejamos reducir.
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La noticia Bacalao en salsa de tomate, berenjena y albahaca: receta saludable fue publicada originalmente en Vitónica por Liliana Fuchs .
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