Entre los diferentes endulzantes o edulcorantes se encuentran aquellos sin calorías y otro subgrupo denominado azúcares alcoholes o polialcoholes dentro de los cuales se encuentra el sorbitol. Te contamos todo sobre este componente de los alimentos incluida su intolerancia.
Qué es el sorbitol y para qué sirve
El sorbitol es un endulzante muy usado en la industria no sólo alimenticia sino también, cosmética y farmacéutica. Es un polialcohol o azúcar alcohol junto al xilitol y maltitol; de allí su alta estabilidad ante temperaturas elevadas o el calor, así como resistente a acción de diferentes microorganismos, razón por la cual tiene mayor vida útil que el azúcar.
Por estas razones el sorbitol es una opción muy valiosas para usar en la industria alimenticia y también para saborizar fármacos o pastas dentales, por ejemplo.
Además, no se absorbe completamente por nuestro intestino, razón por la cual aporta menos calorías que el azúcar (2,4 Kcal por gramo) y tiene menor poder cariogénico que los azúcares comunes de allí su ventaja en productos para la higiene bucal.
Por otro lado, dado su menor aporte calórico, y su absorción por otras vías diferentes a las que usa la glucosa o azúcares como la sacarosa, el sorbitol que no requiere de insulina para metabolizarse no produce picos de glucosa y a eso se debe su extendido uso en productos para diabéticos, sugar free, light o con fines dietéticos específicos.
Dónde se encuentra el sorbitol
De forma natural este azúcar alcohol se encuentra en algunas frutas como la manzana, peras, melocotones, albaricoques, membrillos, bayas en general y ciruelas. Como consecuencia en zumos de frutas y mermeladas frutales también podemos encontrar este polialcohol además de la fructosa propia de estos alimentos.
En frutos desecados como orejones o secos naturalmente como los dátiles también podemos encontrar sorbitol, siendo menor la proporción en néctares y frutas en conserva.
Sin embargo, el sorbitol también puede obtenerse de la glucosa a nivel industrial, y en este formato es usado como aditivo endulzante bajo el nombre E-420i o E-420ii (jarabe de sorbitol) en productos light varios, chicles, gominolas, dentífricos, mermeladas, congelados, bollería industrial, galletas aptas para diabéticos, chocolates o productos de pastelería.
En la industria farmacéutica también podemos encontrar cremas de uso tópico y jarabes con sorbitol en su interior.
Así, podemos lograr un consumo elevado de sorbitol debido a su extendido uso en productos de diferentes tipo y también en alimentos naturales como diversas frutas.
A diario se aconseja no superar los 50 gramos para no sufrir como consecuencia de su parcial absorción intestinal, una diarrea osmótica.
Intolerancia al sorbitol
La intolerancia al sorbitol es una reacción propia de organismos susceptibles a este compuesto, no mediada por el sistema inmunológico y dependiente de la dosis como comprueba un estudio, lo cual marca una diferencia respecto a alergias.
Se observaron síntomas de intolerancia con la ingesta de 10 gramos de sorbitol y con 20 gramos la gravedad de los mismos fue superior alcanzando calambres y diarrea como señala un estudio de la revista Gastroenterology.
Causas y síntomas de intolerancia
La intolerancia al sorbitol puede ser de origen primario es decir, por causas genéticas que producen un déficit de la enzima transportadora del sorbitol, la GLUT5, o bien, puede ser una intolerancia secundaria, que no nace con nosotros sino que se ocasiona por otros factores.
Por ejemplo, sin influencia genética podemos sufrir de intolerancia al sorbitol si tenemos una enfermedad que afecta las vellosidades intestinales y así, la absorción de alimentos. Una enfermedad celíaca no controlada o sin diagnosticar, una gastroenteritis severa, un cáncer, o una enfermedad inflamatoria a nivel intestinal como puede ser la enfermedad de Crohn pueden ser causas también de intolerancia secundaria a este polialcohol.
Una vez presente la intolerancia suelen presentarse síntomas gastrointestinales como gases, dolor abdominal o hinchazón de vientre o si hemos consumido elevadas proporciones de sorbitol, síntomas más severos como diarrea, cólicos, náuseas, vómitos o incluso, dolores de cabeza.
Cómo se diagnostica la intolerancia al sorbitol
Si se presentan síntomas como los antes dicho ante el consumo de alimentos o productos que contienen sorbitol, siempre se aconseja someterse a una prueba diagnóstica para confirmar o descartar la intolerancia. Entre ellas podemos acudir a el Test del Hidrógeno Espirado que consiste en evaluar en ayunas el contenido de hidrógeno del aire espirado.
Este test es el más usado debido a que es más sencillo y menos invasivo y revela no sólo la presencia de intolerancia sino la gravedad de la misma, pues en todos los consumidores de sorbitol el hidrógeno se eleva debido a la fermentación por bacterias que ocasiona el consumo de este azúcar alcohol, pero no en todas las personas se eleva a niveles tan altos como en quienes padecen intolerancia.
Una vez diagnosticada la intolerancia al sorbitol no sólo deben limitarse los alimentos y productos alimenticios sino también, el uso de fármacos o cosméticos que contengan este polialcohol debido a que en casos severos aun el uso de cremas en la piel con sorbitol pueden ocasionar síntomas.
Imagen | Pixabay, Pexels y Unsplash
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La noticia Todo lo que tienes que saber sobre el sorbitol (y su intolerancia) fue publicada originalmente en Vitónica por Gabriela Gottau .
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