Todos sabemos que la comida propia de los fast food no es la que mejor calidad ofrece, sin embargo ¿qué sucedería si en lugar de patatas fritas escogemos ensalada? Te mostramos cómo puede cambiar el perfil nutricional de tu hamburguesa si escoges patatas fritas por boniatos u otra guarnición.
Lo que aporta una hamburguesa con patatas fritas
Lo tradicional en un fast food es escoger una hamburguesa y completar la misma con refresco y patatas fritas. Así, la hamburguesa aporta en promedio unas 550 Kcal y unas patatas medianas alrededor de 300 Kcal.
Si a estas 850 Kcal le sumamos un refresco mediano, tendremos más de 1000 Kcal fácilmente compuestas principalmente de azúcares libres, harinas refinadas y grasas, es decir de calorías vacías sin minerales, vitaminas o antioxidantes.
Las patatas fritas medianas ofrecen alrededor de un 15% de grasa y muy bajo aporte de fibra y proteínas que sacian, mientras que sí poseen sodio en cantidades que superan los 300 mg y almidón que junto a su grasa crean la combinación perfecta de un alimento adictivo, razón por la cual no podemos comer una sola patata frita cuando las tenemos delante nuestro.
Las patatas, no fritas, son alimentos ricos en almidón resistente a la digestión por lo que sacian y ofrecen potasio en proporciones elevadas, pero cuando se someten a una fritura, absorben grasas, su almidón se vuelve más simple de digerir y sus calorías se incrementan considerablemente, por ello, no son el mejor acompañamiento si bien el más frecuente, al momento de comer una hamburguesa.
¿Y si cambiamos patatas fritas por boniatos fritos?
Los boniatos, al igual que las patatas, son un tubérculo rico en almidón resistente a la digestión, pero estos tienen la particularidad de tener una mejor calidad proteica, más carotenos y fibra, así como otras buenas propiedades para el organismo.
En términos de calorías son muy semejante a las patatas y si las sometemos a una fritura, perdemos gran parte de sus nutrientes solubles en grasas como carotenos y vitamina A, y reducimos su fibra o lo que es igual facilitamos la digestión de su almidón mientras sumamos grasas y calorías innecesarias.
Entonces, si cambiamos patatas fritas por boniatos fritos únicamente sumaremos algunos antioxidantes, carotenos y fibra así como buenas proteínas pero en términos de calorías y grasas no habremos mejorado demasiado, por lo que la alternativa adecuada a las patatas fritas no serían los boniatos fritos sino más bien asados y mejor aun si incorporan especias y aceite de oliva extra virgen para su cocción.
Lo que sucede si escogemos ensalada para reemplazar las patatas fritas
En la mayor parte de los fast food ofrecen, como alternativa a las patatas fritas, ensalada de sólo vegetales, que por supuesto son mucho más reducidas en calorías y casi no aportan grasas, así como también, están libres de harinas refinadas o almidón y sacian debido a su alto volumen y su fibra.
Reemplazar patatas fritas por ensalada puede reducir hasta en 300 Kcal el aporte energético de tu combo, incrementando además la cantidad de antioxidantes, vitamina C, potasio, fibra y agua.
Asimismo, incrementaremos el poder saciante del plato y lo mejor, reduciremos el índice glucémico del mismo, pues la fibra de la ensalada reducirá la absorción de las harinas y azúcares del resto de los componentes del menú.
Por supuesto, hablamos de ensaladas como guarnición y no de ensaladas como plato único que pueden contener ingredientes de menor calidad y ser incluso, más calóricas que las patatas fritas.
Las guarniciones más sanas que podemos elegir
Si no sólo tendríamos la posibilidad de reemplazar patatas fritas por boniatos o ensalada, algunas sanas guarniciones para acompañar nuestra hamburguesa serían:
- Palitos crujientes de zanahorias asadas: son bajas en grasas, ofrecen muchos carotenos y por ser crujientes exigen masticación que sacia a nuestro organismo. Además, están colmadas de antioxidantes derivadas de las especias de la receta y son muy reducidas en calorías.
- Patatas asadas con mantequilla al eneldo: si no quieres reemplazar las patatas, puedes cambiar su método de cocción y consumirlas asadas con hierbas, así tendrás más saciedad y nulo poder adictivo y muchas menos grasas para sumar a tu plato.
- Verduras varias asadas: para aprovechar diversas hortalizas de temporada podemos prepararlas juntas asadas y así, disfrutar de una guarnición que sumará variedad de vitaminas y minerales así como fibra sin muchas calorías.
- Tomates cherrys asados a las hierbas provenzales: una forma diferente de consumir tomates cherrys es asarlos para concentrar su sabor y darle aun más aroma con hierbas frescas que al mismo tiempo, suman buenos nutrientes y antioxidantes.
- Coles de Bruselas a la salvia: para sumar además de mucha fibra, proteínas vegetales, calcio, vitamina C y potasio podemos elaborar esta guarnición muy sencilla y sin casi calorías que nos saciará con facilidad.
Ya sabes, las mejores guarniciones serán siempre aquellas no fritas y a base de ingredientes ricos en fibra, con variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Cambiar patatas fritas por ensalada o vegetales asados puede mejorar considerablemente la calidad nutricional de tu hamburguesa así como ahorrarte calorías innecesarias Imagen | Pixabay
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La noticia Cambiar patatas fritas por boniatos: así se modifica el perfil nutricional de tu hamburguesa fue publicada originalmente en Vitónica por Gabriela Gottau .
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