Después de la historia de superación de Aaron Fotheringham o Alex Zanardi, hoy le toca el turno a este chico de instituto, que demostró que pese a las adversidades, por un momento y para siempre consiguió ser uno más.
Su historia
Jason McElwain nació el 1 de octubre de 1987 en Rochester, Nueva York. Casi desde el primer día presentó problemas en su desarrollo; le costaba mucho relacionarse con su entorno, tenía conductas inusuales, y hasta los cinco años no comenzó a hablar. Efectivamente, padecía autismo.
Por eso, para él el hecho de convertirse en delegado del equipo de baloncesto de su instituto, el Greece Athena High School, ya era todo un premio. Pese a su problema, le permitía de algún modo estar en contacto con su pasión, el baloncesto.
Aunque sólo fuera para preparar toallas y bebidas para sus compañeros, él estaba ahí y se sentía parte del equipo. Siempre puntual a los entrenamientos y partidos, aún sin jugar, siempre presto a ayudar.
Su hazaña
Pero algo cambió el día del último partido de temporada, y es que después de tres años, el entrenador a petición de sus compañeros de equipo decidió darle unos minutos en pista. Concretamente los cuatro últimos minutos del partido. Nadie absolutamente nadie podía imaginar lo que estaba a punto de acontecer.
Lo que ocurrió podéis verlo en el vídeo, Jason se convirtió en el gran ídolo, era su sueño y lo hizo realidad. Ante la más absoluta perplejidad de sus compañeros, entrenadores y todos los aficionados que estaban viendo el partido, Jason el chico autista que "hacía los recados", batió todos los records de anotación de la historia.
Encestó 20 puntos en cuatro minutos, anotando 6 triples seguidos. La grada coreaba su nombre. Por unos minutos, era el ídolo, el jugador que siempre quiso ser y por fin estaba siendo. El baloncesto le estaba devolviendo todo lo que él le había dado. Y qué ‘gustazo’.
Jason, se convirtió en la estrella de todos los medios y todas las televisiones del planeta. Todos querían contar su historia de superación, y de cómo a pesar de las adversidades, los sueños se pueden cumplir.
Actualmente, compatibiliza sus estudios con un trabajo a media jornada en un mercado de alimentos, y colabora en la recaudación de fondos para la investigación del autismo, mediante charlas y conferencias en Estados Unidos.
Ha compartido homenajes con el mismísimo Magic Johnson, pero cuando se le pregunta al joven autista sobre su hazaña, comenta que lo mejor de aquel emotivo día fue que "por un momento era uno más".
Historias de superación como la del joven Jason McElwain nos recuerdan que muchos límites existen sólo en nuestra cabeza, y que con ganas e ilusión todos podemos cumplir nuestros sueños. Jason, el silencioso niño con tantos problemas para relacionarse consiguió ser un héroe.
Vídeo | youtube
Imagen | wikipedia
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