En mi camino por acercarme progresivamente a un correr más minimalista y natural, hace unas semanas di un salto al pasarme a las Skechers GOrun 2, una zapatilla muy ligera (185g), con poco drop (4mm) y que se acerca a lo que es una pisada más natural cuando estamos corriendo.
Como os conté hace un tiempo, en mi búsqueda de la zapatilla perfecta, tiendo a menos drop, zapatillas más ligeras y con menos amortiguación que las habituales, pero tampoco quiero llegar a un minimalismo puro y duro. Las GOrun 2 de Skechers son del año 2013, ya hay modelos más actualizados, pero a mí este me servía por sus características y, también, por la buena relación calidad-precio (70€) que vi en ellas.
Cómo fue la transición con unas zapatillas minimalistas
Al coger esta zapatilla por primera vez la sensación es de una ligereza increíble, de hecho solo pesan 185 gramos (podemos ahorrar algunos gramos más si les quitamos las plantillas). Al preguntar al dependiente de la tienda sobre el período de adaptación, me comentó que si estaba acostumbrado a correr de forma habitual, la adaptación casi no era necesaria.
Como tiendo a ser cauto por miedo a las lesiones, los primeros días hice pocos kilómetros (5-6), pensando que al tener poco drop y menos amortiguación, mis pies lo notarían mucho. Pero lo cierto es que al día siguiente mis piernas y pies estaban totalmente bien, sin resentirse de forma alguna de los impactos o la forma de pisar.
Después de la primera semana, comencé a entrenar de forma normal con ellas, haciendo una media de 30-40 kilómetros a la semana. Tanto en los rodajes largos como en los entrenos más rápidos, las zapatillas se comportan muy bien. Como os digo, una de las mejores sensaciones es la de ligereza, parece que se está corriendo descalzo.
Facilidad para pisar con la zona media
Por el tipo de tecnología y estructura de la zapatilla, se va a tender a pisar con la zona media, algo de lo que te das cuenta enseguida. Si se quiere pisar de talón, hay que hacerlo de forma forzada. El poco drop y la tecnología M-strike hacen que la pisada sea con el medio pie, algo que se agradece en la técnica de carrera.
Para alguien que esté acostumbrado a talonar esta puede ser una sensación algo extraña, pero es cierto que conforme se van corriendo kilómetros se hace muy cómodo y eficaz pisar con la zona media.
Los dedos, como no puede ser de otra forma, gozan de espacio y libertad en la zona delantera de la zapatilla. En ningún momento se nota esa sensación de tener los dedos aprisionados. Por cierto, desde que llevo corriendo con las zapatillas, cero ampollas o rozaduras, algo que no suele ser habitual al cambiar zapatillas, ya que siempre suele haber algún tipo de roce hasta que nos adaptamos.
Ligereza y flexibilidad, una de las mejores sensaciones al correr
Es la sensación que más me ha gustado de las zapatillas. Correr con menos de 200 gramos de zapatillas en los pies es algo que se nota, sobre todo en entrenos rápidos. La zapatilla se adapta como un guante y es muy flexible, de hecho la primera vez que te las pones parece que estás descalzo.
Uno se da cuenta del peso extra que conlleva una mayor amortiguación y suela. Después de unos días corriendo con estas zapatillas pasé a unas que tengo digamos más "tochas" y uno ya no quiere volver a eso, se nota el peso extra en los pies.
Eso sí, no esperes en este tipo de zapatillas muchas florituras en el material de corte o upper de la zapatilla, es como ponerse un calcetín tobillero con una suela. A mí esa sensación me encanta, es como un guante para los pies.
Puntos en contra de este tipo de zapatillas
A poco que llevas unos kilómetros y revisas tus zapatillas te das cuenta de que estas no te van a durar tanto como otro tipo de zapatillas más estándar para correr. Es algo normal, desde luego, pero si haces muchos kilómetros a la semana, la vida de la zapatilla no va a ser muy larga.
No está hecha para ritmos muy lentos. No es que yo sea un corredor muy rápido, pero sí es cierto que cuando se hacen rodajes más lentos y se deja sentir una zancada más pesada, la falta de amortiguación se echa de menos. Yo, desde luego, no las aconsejaría a alguien que se va a iniciar al running, pesa mucho o va a ritmos menores de 5:00 el kilómetro. Aunque, como todo, es cuestión de probar.
Conclusiones sobre mi iniciación al minimalismo
La verdad que estoy muy contento con este tipo de zapatillas. Me he encontrado muy cómodo desde el primer momento, sin sentir dolores o indicios de lesión por tener menos amortiguación. Se puede decir que me ha encantado esta iniciación al minimalismo, aunque no creo que vaya mucho más allá, creo que me moveré por este tipo de zapatilla (drop, peso y amortiguación).
Me da que las zapatillas no me aguantarán un año, pero por el precio, menor de lo que suelen costar unas de gama alta habitualmente, uno se puede permitir que duren menos kilómetros.
La zapatilla no ha afectado significativamente a mi técnica de carrera, ya que antes tendía a pisar, también, con el medio pie. Lo que sí he notado es más carga en la zona del gemelo y sóleo, pero nada importante.
En general, me quedo con estas sensaciones de correr minimalista con una zapatilla muy ligera, flexible y con poco drop. Gusta esa sensación que parece que estás corriendo descalzo.
En Vitónica | Cuánto tienen que pesar mis zapatillas de correr
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La noticia Mi experiencia con unas zapatillas milimalistas fue publicada originalmente en Vitónica por Juan Lara .
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